Hoy en día lo sostenible, lo ecológico y todo lo que tenga que ver con el respeto al medio ambiente, así como la economía circular están en auge. El perfil del consumidor que busca un producto respetuoso con el entorno está ahí, forma parte de un grupo presente en la sociedad actual, y para conseguir llegar a él las empresas disponen de diversas estrategias. Una de ellas es el marketing sostenible, pero ¿qué significa realmente este concepto? ¿Cuál es la verdadera definición del marketing sostenible y cómo lo pueden aplicar las empresas?
La propia palabra “sostenible” de la que se acompaña este tipo de marketing, ya nos está aportando parte de la información de su definición. Ante todo, engloba una serie de acciones y características que incluyen las tres “R” de la sostenibilidad: reducción, reciclaje y reutilización.
Realmente es un concepto que complementa a las cuatro “P” que siempre han configurado el marketing convencional: Producto (Product), Promoción (Promotion), Punto de venta (Placement) y Precio (Price). Y ¿cómo lo mejora? Pues añadiendo tres dimensiones más o tres “Ps” adicionales: Personas (People, cercanía, dimensión local), Planeta (Planet, protección del medio ambiente) y Beneficio (Profit, en inglés, y que se refiere al ámbito económico y a cómo lograr que este alcance a todos los implicados en la actividad).
Aplicado al ámbito empresarial, el marketing sostenible corporativo ha de tener en cuenta la sostenibilidad en todos los procesos, desde la propia elaboración del producto, sus materiales sostenibles…, hasta las políticas de empresa, el respeto de los derechos de los trabajadores, etc.
Para que el marketing sostenible funcione se han de poner en marcha una serie de estrategias. La empresa en su conjunto ha de redefinirse y focalizarse en esta nueva visión. Debe tener claro que ha de obtener beneficios a la par que cumple con unos estándares de compromiso, de respeto y colaboración, que unidos a unos valores ecológicos, permitan el bienestar común de la sociedad. Así pues, para conseguir el éxito, existen una serie de objetivos que es necesario cumplir. Por todo ello, es importante tratar de cumplir los siguientes criterios.
Es una de las máximas de toda estrategia de marketing. Se trata de llegar a ese consumidor ideal, al que sabemos que va a comprar nuestros productos pues se ajusta a un perfil que habremos evaluado con anterioridad, y tratar de captarlo.
Esta es una de las cualidades fundamentales que busca la mayoría de los clientes en un servicio o producto. Y esta percepción se traduce en una mayor fidelidad y en un aumento de las ventas. Aquí juega, por ejemplo, un papel muy importante el marketing local. Lo cierto es que este guarda una estrecha relación con la sostenibilidad, pues uno de los principios de esta es potenciar el consumo de cercanía.
El marketing local se centra en los comercios, los productos o los servicios locales, en zonas y usuarios concretos, lo que al final también aporta valor a los consumidores. Es más, es un recurso bastante interesante para la personalización en el trato y, por tanto, para asentar la fidelización.
Ante la gran competencia que existe en la actualidad, ser innovadores, creativos e imaginativos constituyen herramientas muy necesarias. En este caso, podemos recurrir a una estrategia que seguramente te suene: el marketing indirecto.
Este método se centra en las personas y por ello se ejecuta a través de acciones que no son tan “directas” como, por ejemplo, las campañas publicitarias. Para ello, el marketing indirecto se vale de conferencias y eventos donde la marca puede compartir sus conocimientos, y al mismo tiempo obsequiar a los asistentes, con algún detalle sostenible que ya denote esa implicación con la preocupación medioambiental. En este apartado estaría también el marketing de contenidos, es decir, crear una estrategia de contenidos digitales y de Social Media, para aportar a los interesados información de valor y lograr enganchar a clientes potenciales además de aportar valor a la marca. Esto se puede complementar con el uso de influencers.
A este sistema también se le conoce como marketing de guerrilla, y realmente lo que busca es llegar al público objetivo de una forma sutil, y no a través de la clásica publicidad. Aquí entran también los vídeos virales, distintas formas de publicidad encubierta, flashmobs (reuniones “no programadas” de un grupo numeroso de personas para hacer algo que llame la atención y que al final encierra una acción de marketing).
Ambos aspectos son cruciales en la concepción del marketing sostenible. La empresa debe establecer una misión que vaya más allá de la venta de un producto o servicio, debe considerar a la sociedad y al planeta, y contribuir a su mejora. En este campo, caben una gran cantidad de acciones, desde la introducción de todo tipo de regalos promocionales ecológicos hasta planes específicos de conciliación para sus empleados y empleadas.
Ya conoces el marketing sostenible, su definición y sus beneficios para la empresa. Si realmente tienes interés en implementarlo en tu empresa, aunque puede que tengas que hacer una inversión inicial, te puede proporcionar excelentes resultados. Y no solo eso, realmente estarás contribuyendo a una sociedad mejor tanto para el momento actual como para el futuro
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