Tipos de actividades extraescolares novedosas y sostenibles

Actividades extraescolares novedosas: cuál escoger y cómo hacerla sostenible

Escoger una actividad extraescolar novedosa para los pequeños de la casa puede suponer un verdadero quebradero de cabeza. Es tal la variedad que, en cierto modo, los papás y mamás temen equivocarse. Sin embargo, las actividades extraescolares son el momento ideal para que puedan, sencillamente, jugar y divertirse. Pero, ¿qué se ha de tener en cuenta en el momento de escoger una actividad extraescolar? 

Qué son y cómo elegir una actividad extraescolar novedosa

Las actividades extraescolares son aquellas actividades llevadas a cabo fuera del horario lectivo por un centro especializado o la escuela donde estudian los niños. De hecho, las escuelas suelen disponer de un calendario con eventos señalados para realizar actividades externas con las que disfrutar de una mañana al aire libre, una excursión al museo de la ciudad o una jornada en una feria deportiva. 

Sin embargo, una vez finalizada la jornada escolar, los padres, madres o tutores ponen el foco de atención en proporcionar la educación más completa al pequeño, optando en la mayoría de ocasiones por clases de refuerzo o, en su defecto, la enseñanza de algún idioma. 

No obstante, los avances en materia de psicología y pedagogía ponen de manifiesto la necesidad de crear un entorno más lúdico donde poder dejar volar su imaginación sin estructuras fijas.

Pero, ¿cómo ofrecer y escoger adecuadamente la actividad extraescolar?

Prioriza el juego 

El juego es un derecho. Y es que, a través del juego, las personas aprendemos sin apenas darnos cuenta de ello gracias a nuestra curiosidad y experimentación innata. Así mismo, el juego favorece la colaboración, la estrategia, la sociabilización y la seguridad en uno mismo, así como permite la eliminación del estrés a cualquier edad —los niños son muy sensibles a la tensión que puedan percibir en su entorno—.

¡Convierte el aprendizaje en un juego!

Escucha sus intereses

Al igual que un adulto no dedica su tiempo libre a la práctica de una actividad que le disgusta, no resulta conveniente obligar a los más pequeños a hacer aquello que no les gusta, en cuyo caso podría surgir una gran frustración y angustia. Por ello, es necesario atender a sus gustos, intereses, y a su forma de ser. 

Ofrecer una variedad de actividades puede ser útil en determinados casos, mientras que en otras circunstancias puede funcionar probar unos días o un mes. 

Ten presente sus necesidades 

La educación es de vital importancia en esa edad. Sin embargo, las clases de refuerzo suelen estar recomendadas a partir de los últimos cursos de primaria para evitar que el pequeño se sature. 

Es recomendable proporcionarles horas de juego de calidad para liberar su mente y las actividades extraescolares son un excelente espacio para ello. 

Tipos de actividades extraescolares

Los niños, como los adultos, precisan de tiempo libre para disfrutar. Debido a la gran variedad de necesidades de los pequeños, las actividades extraescolares novedosas han crecido en número, sumándose a los tan habituales inglés y fútbol. 

Deportivas

Una de las más grandes motivaciones a esa edad es el movimiento, visible en su casi infinita energía. Sin embargo, la vida en la ciudad no siempre permite la libertad de movimiento de los pequeños.

Entre los deportes más adecuados encontramos las artes marciales, que permiten una canalización equilibrada de las emociones. Los deportes en equipo, como el balonmano, son ideales para los más sociables, mientras que los pequeños más independientes pueden decantarse por la natación, la escalada o la gimnasia rítmica.

Artísticas

El arte aporta beneficios como la mejora en la comunicación, un incremento de la creatividad y una adecuada construcción de la autoestima. La música, por ejemplo, motiva el desarrollo del pensamiento abstracto y la concentración, en tanto que la danza favorece la coordinación y el mantenimiento de la salud física a la vez que la libertad de expresión. 

El teatro, por su parte, es un ejemplo de actividad extraescolar apropiada para los más tímidos.

Académicas e intelectuales

Este tipo de actividades extraescolares deben de caracterizarse por priorizar el juego y el ocio por encima de la disciplina, pues los niños suelen llegar a casa con muchos deberes tras estar sentados durante largas horas. 

Entre las actividades más conocidas y lúdicas se encuentran los idiomas y la lectura. De hecho, un taller de escritura o un club de lectura adaptado a esas edades fomenta la expresión de las emociones, la escucha activa y el entrenamiento de la paciencia. 

Otra alternativa es el ajedrez, uno de los deportes intelectuales más reconocidos, que permite el desarrollo del pensamiento crítico y de la memoria, además de la resolución de problemas y la concentración.

Lo cierto es que la variedad de clases en las que apuntarlos puede suponer todo un reto para los padres, madres y tutores. Cocina, fotografía, circo, yoga, meditación y robótica son solo algunos ejemplos de actividades extraescolares fuera de lo habitual. 

Actividades conscientes con el medioambiente

Las jornadas en la naturaleza o en la granja escuela no son el único método para contribuir a la concienciación de los más pequeños. De hecho, la educación comienza por los más grandes. 

A fin de realizar unas actividades extraescolares en las que la clase pueda sumar su granito de arena al cuidado del planeta, es posible recurrir a una menor cantidad de material fabricado en plástico. El cartón y el corcho son dos materiales alternativos y sostenibles que pueden despertar la curiosidad de los pequeños. Para ello, te recomendamos ofrecerles, por ejemplo, libretas confeccionadas en corcho, o lápices en cajas de cartón o bambú.

Las actividades extraescolares novedosas son una idea fantástica para tener en cuenta una vez comenzado el curso escolar. Entre ellas conviene considerar pequeños cambios en nuestros hábitos con el objetivo de introducir algunas lecciones de educación ambiental. De este modo, los peques de la casa crecerán en un mundo un poco más consciente y, tal vez, algún día los ‘materiales sostenibles’ pasen a ser, solo, ‘materiales de estudio’.