Voluntariado medioambiental: qué actividades se llevan a cabo

Voluntariado medioambiental: ¿qué es y qué se hace?

El voluntariado medioambiental cobra cada vez más fuerza gracias a la concienciación social. Y es que tenemos a nuestra disposición un planeta increible repleto de recursos. De hecho, la Tierra nos proporciona constantemente aquello que necesitamos sin pedir nada a cambio y está en nuestras manos expresar nuestro agradecimiento. 

En España el número de voluntarios ha aumentado un 6,7% desde el 2018, lo que supone que 2.7 millones de españoles ceden parte de su tiempo de forma desinteresada. Pero cada voluntariado es diferente, de modo que ¿en qué consiste el voluntariado ambiental? ¿Qué tipo de trabajos se suelen hacer?

¿Qué es ser voluntario ambiental?

Ser voluntario ambiental es atender a las necesidades del planeta. Es decir, quien se suma al voluntariado medioambiental dedica su tiempo y esfuerzo en la preservación de la naturaleza y todo lo que ello implica: bosques, animales, ecosistemas, educación medioambiental, etc. 

¿Por qué? Porque a día de hoy desconocemos o ignoramos el impacto del ser humano en la Tierra. Esto es motivo de alarma, ¡pero no de tristeza! Siempre podemos actuar y aportar nuestro granito de arena. 

De hecho, las razones que llevan a una persona a desarrollar voluntariado medioambiental son el deseo de reducir la deforestación, intervenir adecuadamente en los ecosistemas y luchar contra la contaminación.

¿Qué se hace en un voluntariado ambiental?

Los proyectos de voluntariado ambiental tienen como objetivo dar a conocer la situación actual de los ecosistemas, la flora y la fauna, y del impacto de los seres humanos (u otras especies invasoras) en el entorno. 

Las actividades que pueden llevar a cabo los voluntarios van desde el activismo a través de acciones online hasta el seguimiento de poblaciones de animales, la reforestación o la limpieza de residuos.

Protección de la biodiversidad 

La diversidad existente en el planeta Tierra es fascinante. De hecho, esta es una característica única que provoca la admiración de la gran mayoría de los seres humanos. Aún quedan por descubrir innumerables plantas y especies animales.

El voluntario dedica su tiempo a la recuperación y liberación de especies que hayan sido dañadas o ilegalmente capturadas. También a los censos de determinados ejemplares, el seguimiento de las poblaciones, y todo lo que la organización considere en materia de defensa de la biodiversidad. 

Te sugerimos, por ejemplo, la Red de Parques Nacionales y el programa de Voluntariado en Parques Nacionales de la asociación SEO/BirdLife. 

Mantenimiento de los ecosistemas 

Como hemos mencionado, en muchas ocasiones el ser humano actúa sin medir las consecuencias de sus actos. Sin embargo, en lugar de reprobar sus acciones consideramos que es la acción la que produce el verdadero cambio.

Si bien son muchas las organizaciones que emprenden limpiezas de residuos, cualquier persona puede colaborar en el mantenimiento del medio ambiente recogiendo los plásticos que encuentre cuando sale de excursión a la montaña o pasa un día en la playa u optando por materiales sostenibles. Las bolsas de plástico, por ejemplo, son letales para las tortugas marinas debido a su semejanza con las medusas, alimento de estos reptiles. 

Educación medioambiental

El voluntario que opta por la educación ambiental suele tener predilección por la enseñanza. Para ello se recurre a jornadas ambientales en las que las voluntarias y los voluntarios aportan sus conocimientos tanto a los más pequeños como a cualquier persona interesada en aprender. 

Un ejemplo muy instructivo y didáctico son las aulas del mar, que tienen como fin transmitir la sabiduría sobre el vasto océano. 

Así mismo, los legendarios scouts continúan realizando actividades en contacto con la naturaleza con los más jóvenes. En estos grupos de conciencia social y medioambiental el voluntario podrá trabajar en equipo, disfrutar de la naturaleza más salvaje, asimilar técnicas de supervivencia y aprender divirtiéndose. 

Las jornadas y programas de educación medioambiental son una oportunidad única para usar materiales ecológicos que acompañen las actividades. Para ello puedes ofrecer lápices de madera o un bloc de notas y bolígrafo de cartón reciclado para que los voluntarios puedan tomar nota de todo lo que se hable en las clases.

Voluntariado medioambiental desde casa

Entendemos que las circunstancias personales no siempre nos permiten salir de casa o participar físicamente en las acciones medioambientales. Por este motivo muchas asociaciones han impulsado la conciencia medioambiental desde casa a través de ciberacciones. Las recogidas de firmas, el mantenimiento de las redes sociales, la organización de manifestaciones y redacción de artículos son algunas de las actividades que pueden hacerse desde casa. Por otro lado, la divulgación y el contacto con empresas privadas son también acciones muy interesantes.

Además, estas organizaciones también ofrecen cursos de formación dirigidos a voluntarios que quieren participar en actividades medioambientales. Porque la conciencia se logra a través del conocimiento. 

¿Qué obtiene el voluntario a cambio? 

La misión de las organizaciones es la de captar, seleccionar, formar y proporcionar inspiración a las personas. Durante todo este proceso, el voluntario adquiere numerosos recursos de los que no podrá desprenderse jamás: valores, experiencias, conocimientos y empatía. Una satisfacción única.

En primer lugar, quien realiza estas tareas y actividades se mantiene física y/o mentalmente activo. Este hecho, sumado a valores como el compromiso, la constancia y el trabajo en equipo favorecen la confianza y seguridad en las propias habilidades, fomentando el sentimiento de utilidad e integración social. 

En segundo lugar, la variedad de individuos que forman parte de los grupos de voluntarios benefician el aprendizaje intelectual, aportando un intercambio de puntos de vista con valores en común. 

Por último, no solo el voluntario aprenderá a ser coherente con sus intereses, sino que sus acciones servirán de ejemplo e impactarán a su alrededor. Es una buena ocasión para llevar lucir con orgullo el nombre de la asociación o del proyecto en unas camisetas ecológicas. Porque cada gesto cuenta. 

El voluntariado medioambiental es un movimiento excelente para aprender y disfrutar del contacto con la naturaleza. En la práctica, la solidaridad a menudo da lugar a pequeños cambios que motivan la confianza en los seres humanos. Por ello, si buscamos aumentar la conciencia medioambiental hemos de predicar con el ejemplo. 

¡Actuemos!