Es una realidad que el planeta necesita urgentemente de nuestra ayuda. Aportar nuestro granito de arena realizando un consumo responsable puede suponer un cambio sustancial si extendemos este hábito a todos los aspectos de nuestra vida cotidiana.
Entre los materiales sostenibles alternativos al plástico, la fibra de bambú es, sin duda, uno de los más interesantes. Su uso no solo suponen un impacto positivo en el medioambiente, sino que ofrecen la posibilidad de personalizar y adaptar el material a todo tipo de necesidades.
Pero, ¿qué es la fibra de bambú y cuáles son sus propiedades? ¿Ofrece ventajas frente a otro tipo de materiales? Resolvamos las dudas respecto a este maravilloso material.
La fibra de bambú es un tipo de fibra o filamento natural resultante de la manipulación del bambú, una planta silvestre que crece de forma espontánea en terrenos ligeramente húmedos. De hecho, esta planta no solo ha desempeñado un papel de suma importancia en el desarrollo de distintas culturas, sino que las propiedades de la fibra de bambú lo han convertido en uno de los sustitutos más atractivos del algodón.
A través de procedimientos físicos como la hervición y el remojo, el método de producción de la fibra de bambú comienza con la obtención de piezas de la planta, para luego lograr una pulpa fina, seguido por la celulosa y, finalmente, la fibra de bambú.
Así mismo, y si bien comúnmente asociamos la caña de bambú con países asiáticos como China y Japón, actualmente son numerosas las zonas en todo el mundo que producen bambú debido a las ventajas que ofrece el cultivo de esta planta frente a otras.
La fibra de bambú es el material fibroso que se encuentra en el tallo de la planta. Su obtención requiere de un proceso que comienza por la extracción de la pulpa de la caña por medio de procesos mecánicos —el más ecológico— o químicos. A ello le sigue el lavado del bambú, a fin de eliminar posibles impurezas, el secado, la clasificación según calidad y limpieza del producto resultante.
El blanqueamiento y teñido de las fibras conforman el último paso.
De este modo es posible obtener un material destinado a la producción de ropa, accesorios para el baño, uniformes quirúrgicos, toallas, sábanas, y un sin fin de artículos fabricados con bambú.
Entre los tipos de tejidos elaborados a partir de las fibras de bambú encontramos la viscosa de bambú, el tejido de bambú similar al Lyocell, y la fibra de bambú producida mecánicamente.
De estos tres tipos de tejidos únicamente la fibra de bambú tratada mediante procesos mecánicos es aquella que puede ser considerada como fibra de bambú auténtica debido a su durabilidad, transpiración y suavidad. Y es que los productos obtenidos a partir de este compuesto destacan por su resistencia e hipoalergenicidad.
La tela de fibra de bambú se caracteriza por una serie de propiedades que hacen de este material uno de los recursos sostenibles más interesantes desde el punto de vista ecológico, ya que no solo crece rápidamente y es biodegradable, sino que requiere de un riego mínimo, y el uso de productos químicos para su tratamiento es prácticamente innecesario. Estas son algunas de sus principales ventajas:
Según algunos estudios, las fibras de bambú tienen un efecto antibiótico. De hecho, se asocia a la fibra de bambú con la capacidad de eliminar los olores causados por las bacterias que viven en la piel humana y en la ropa. Es por lo que la fibra de bambú es ideal para los deportistas.
La producción de bambú necesita tres veces menos agua para crecer en comparación con el algodón, es decir, su riego es mínimo y mucho más eficiente.
Así, teniendo en cuenta el valor que está adoptando el agua en un planeta con tanta dificultad para acceder a este bien, este factor es de suma importancia.
El bambú no requiere de pesticidas durante su cultivo debido a su gran resistencia a las plagas. Los productos químicos solo se emplean durante el procesamiento de la materia prima. Una vez obtenida la fibra orgánica, esta no contiene ningún químico dañino.
La fibra de bambú se considera un 40% más absorbente que el algodón manteniendo la piel seca y evitando el sobrecrecimiento de bacterias; por ello, la fibra de bambú es ideal para los más pequeños de la casa. De hecho, es muy común encontrarla en los pañales de tela.
No solo los tejidos de fibra de bambú huelen mejor gracias a sus propiedades antimicrobianas, sino que su suavidad se compara a la de telas más lujosas y aclamadas. Así mismo, su cualidad hipoalergénica está especialmente indicada para aquellas personas que padecen reacciones alérgicas frecuentes, piel sensible o piel atópica.
Este tejido posee una gran resistencia a los rayos UV, por lo que protege más que otros materiales del sol. Una alternativa perfecta para la confección de sombreros y gorros para bebés y excursionistas.
Aunque los brotes de bambú se cortan desde su base, estos vuelven a crecer sin necesidad de ser replantados. Y es que el bambú cuenta con la asombrosa característica de brotar por sí solo.
No cabe duda de que el bambú es una planta muy especial. Actualmente es considerada la única fibra textil 100% biodegradable, pudiendo descomponerse por completo. Así mismo, tiene la capacidad de crecer en tierras y campos erosionados y degradados. Por otra parte, la caña de bambú es la planta que más rápido crece y se reproduce en todo el planeta, convirtiéndose en un aliado contra el cambio climático.
En definitiva, el uso de productos como la fibra de bambú es una opción ecológica e inteligente: huele bien, posee gran durabilidad y favorece a un medioambiente saludable. ¿Qué más se le puede pedir?
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